Dentro de una caldera, los quemadores son los equipos que mezclan el combustible (líquido o gas) con el oxidante, dando la chispa necesaria para iniciar la combustión e inyectando la llama producida dentro de la cámara de combustión. Los quemadores industriales son aquellos instalados en calderas industriales que producen agua caliente, aire caliente o vapor para procesos y áreas de trabajo, y hoy hablaremos un poco de ellos para que los conozca mejor y pueda estudiar su implantación en su empresa.
Clases de quemadores industriales
Existen varios tipos de quemadores industriales, dependiendo de ciertos parámetros:
Si nos fijamos en el combustible utilizado, veremos que se clasifica en quemadores para gas natural, gasóleo, fuelóleo y todos los gases derivados del petróleo.
Si nos fijamos en el modo de funcionamiento, podemos distinguir tres clases: quemadores manuales, semiautomáticos y automáticos en función de los diferentes grados de automatización del control de las funciones del aparato.
Si observamos la ubicación del quemador en relación con la caldera, es decir, a su disposición, encontramos quemadores horizontales y verticales. Existen algunas marcas muy reconocidas como Weishaupt.
Características que deben tenerse en cuenta para los quemadores industriales
Hoy en día, los quemadores industriales integran sistemas de control digital que informan las principales variables que condicionan la combustión y controlan la operación continua del proceso mediante la evaluación de diferentes parámetros.
Los quemadores industriales también pueden incorporar sistemas de control de velocidad, que controlan el ventilador para adaptarlo a la demanda real. Este control se puede realizar de forma continua o en varios pasos mediante convertidores de frecuencia o variadores de velocidad. Este control, cuando se adapta a la demanda real, permite a la empresa conseguir ahorros muy significativos en combustible y electricidad.
Por que comprar un quemador industrial
Al tratarse de un equipo muy versátil, deben pasar por un proceso de calibración in situ, que suele constar de dos pasos.
1- La fase de prerregulación, en ausencia de llama, en la que se configuran los puntos de partida, potencia mínima y máxima. Estos puntos le permiten preestablecer las tasas de mezcla para cada uno de estos estados.
2- La fase de regulación, en presencia de llama, donde se verifica que en cada uno de los posibles puntos de funcionamiento, los resultados de la combustión sean los requeridos. Para ello es necesario medir la temperatura obtenida, las cantidades de productos de combustión generados y otros parámetros que caracterizan la combustión.
Para que el quemador, la caldera y el resto de la instalación se enciendan eficientemente, es necesario tener en cuenta la curva del quemador y su adaptación al proceso. Esta curva nos muestra gráficamente la potencia térmica que puede proporcionar el quemador en función de la presión en la cámara de combustión.
Los quemadores industriales también utilizan controladores de velocidad digitales para trabajar en una superficie mayor, mientras que los dispositivos de control mecánico o de varias velocidades tendrán una superficie de trabajo más limitada. Por supuesto, también es importante tener en cuenta la longitud, el tamaño y el diámetro de la llama suministrada por el quemador para adaptarla lo más posible a la cámara de combustión de la caldera.